La sequía prolongada que afecta a Chihuahua ha sido un factor clave en el deterioro de la calidad del aire registrado en las últimas semanas, informó César Fierro, encargado del área de Calidad del Aire de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SDUyE).
El funcionario explicó que la falta de lluvias mantiene el suelo sin humedad, lo que facilita que el polvo y la tierra sean levantados por el viento, quedando suspendidos en la atmósfera y generando altas concentraciones de partículas contaminantes.
A esta situación se sumó el humo de los incendios forestales en la Sierra Tarahumara, cuyos efectos se extendieron hasta zonas urbanas como la capital del estado, debido a los vientos provenientes del sur.
“El polvo se mantiene suspendido en la atmósfera y con el paso de vehículos, personas o por efecto del viento, se sigue acumulando. Cuando hay viento en calma, estas partículas se concentran y afectan la calidad del aire”, explicó Fierro.
El pasado 20 de abril, se registró un nivel de calidad del aire Mala, producto de la combinación entre tormentas de arena e incendios forestales. Durante la semana siguiente, aunque hubo una leve mejoría, la calidad del aire se mantuvo en niveles Aceptables, sin alcanzar la categoría de Buena.
Actualmente, la clasificación de riesgo es Moderada, lo que implica que personas sensibles, como asmáticos, adultos mayores y quienes padecen enfermedades cardiopulmonares, pueden presentar síntomas respiratorios o agravamientos en su salud.
Las autoridades estatales recomiendan a la población, especialmente a los grupos vulnerables, reducir la actividad física intensa al aire libre y mantenerse informados sobre la calidad del aire a través del portal oficial: https://calidaddelaire.chihuahua.gob.mx/.