Después de un prolongado periodo de sequía, las lluvias registradas en los últimos días comienzan a reflejarse en un aumento general en los niveles de los embalses más importantes de la entidad.
Según el director local de Conagua, Román Alcántar Alvídrez, las presas clave del estado, como La Boquilla, Francisco I. Madero (Las Vírgenes) y El Granero, presentan incrementos notorios. La Boquilla pasó del 11 % al 14.6 % de su capacidad con una entrada de 186 m³/s; Las Vírgenes llegó al 16.6 % con 87 m³/s, y El Granero alcanzó el 45.2 % con un ingreso de 39.7 m³/s de agua proveniente de escurrimientos recientes.
En conjunto, las 10 principales presas del estado muestran un almacenamiento promedio del 18 %, con un incremento del 1.9 p.p. entre el 29 de junio y el 2 de julio, tras pasar de 17 % a 18.9 % de capacidad, según datos de Conagua. El embalse Francisco I. Madero registró una ganancia de 20.25 millones de metros cúbicos, mientras que La Boquilla aumentó en 34.98 millones y El Granero en 14.1 millones.
Si bien los avances son alentadores, los niveles se mantienen aún por debajo del umbral necesario para garantizar el abasto completo en el ciclo agrícola, pues en 2023 y 2024 la ocupación fue del 60.5 % y 24 %, respectivamente. Además, siguen lejos del promedio nacional, cercano al 57 %.
El secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, destacó que las recientes precipitaciones, superiores a lo habitual, permiten un estímulo sostenido en las presas. En Las Vírgenes, por ejemplo, se apreció un incremento de 10 cm en el nivel del agua. No obstante, llamó a la población a mantenerse alerta ante posibles riesgos por escurrimientos elevados en barrios y cauces urbanos.