En el Centro Nacional de Adiestramiento de Santa Gertrudis, Chihuahua, elementos del Ejército Mexicano y once soldados del Comando Norte de Estados Unidos realizan maniobras conjuntas como parte del programa “Joint Combined Exchange Training” (JCET), un esquema de colaboración entre las fuerzas armadas de países aliados.
El entrenamiento, que arrancó el pasado 4 de mayo y concluirá el 15 de este mes, incluye prácticas de combate, fortalecimiento físico, mental y táctico, con el objetivo de intercambiar conocimientos y mejorar la interoperabilidad entre ambos ejércitos.
¿Por qué están soldados estadounidenses en México?
El ingreso de los once militares norteamericanos fue autorizado por el Senado de la República el 23 de marzo, permitiendo su estancia en territorio mexicano del 7 de abril al 15 de mayo. El despliegue forma parte del acuerdo de cooperación militar entre México y Estados Unidos, bajo el cual ambos países buscan reforzar la seguridad regional y enfrentar amenazas compartidas.
Inicialmente, los soldados estadounidenses llegaron al Estado de México, al Centro Regional de Adiestramiento en San Miguel de los Jagueyes. Posteriormente, se trasladaron a Chihuahua para continuar con la segunda fase de ejercicios.
¿En qué consiste el programa JCET?
Desde el año 2000, México ha participado en el programa JCET, que se centra en operaciones de inteligencia, combate urbano, rescate de rehenes, operaciones especiales y entrenamiento antiterrorista. Estas sesiones permiten a las fuerzas armadas de ambos países mejorar sus capacidades tácticas y operativas, además de fortalecer la relación bilateral en materia de defensa.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destacó en sus redes sociales que estos ejercicios buscan fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu de los soldados mexicanos, preparándolos para enfrentar retos cada vez más complejos en materia de seguridad.
¿Hasta cuándo permanecerán los soldados estadounidenses?
De acuerdo con el acuerdo aprobado por el Senado, los militares norteamericanos deben abandonar territorio mexicano a más tardar el 15 de mayo. La presencia de estas tropas se enmarca en los lineamientos de cooperación internacional, sin que represente una instalación permanente o base extranjera.
Este tipo de entrenamientos conjuntos busca consolidar la alianza estratégica entre México y Estados Unidos en temas de seguridad y defensa.