A tres años del trágico asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, junto con el guía Pedro Palma en la iglesia de Cerocahui, la Compañía de Jesús y diversas organizaciones exigen a las autoridades esclarecer los hechos y poner fin a la impunidad que persiste en la región.
El rector de la Universidad Iberoamericana, Luis Arriaga, destacó en un mensaje que, pese al paso del tiempo, no han ocurrido avances significativos. El rector reflexionó sobre “la gravedad de estos crímenes”, la infiltración del crimen organizado en la sierra Tarahumara y la necesidad de mantener viva la memoria de las víctimas.
En Cerocahui, se llevaron a cabo ceremonias con caravana, rezos y rituales tradicionales, donde miembros de la comunidad y de la Compañía participaron para honrar la memoria de los asesinados y renovar el reclamo de justicia.
El contexto del crimen
El 20 de junio de 2022, los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora fueron ultimados a tiros dentro de un templo, mientras protegían al guía Pedro Palma, quien también perdió la vida.
El presunto responsable, José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, miembro del cártel Gente Nueva, fue identificado como autor principal. Su cuerpo fue localizado en marzo de 2023 en Sinaloa, conforme a las autoridades.